El Capitalismo es el mejor sistema económico que el ser humano puede utilizar. Por eso debemos luchar contra sus enemigos, contra los que quieren destruirlo con su intervencionismo. Me estoy refiriendo, evidentemente, a los capitalistas.
Los capitalistas siempre están hablando de la importancia del Libre Mercado, de la no intervención del Estado, de que debemos dar a los emprendedores un marco jurídico y económico estable.
Cuando eso sucede, el emprendedor pone un producto o servicio en el Mercado. A veces es un fracaso. Otras veces el producto languidece ofreciendo mínimos ingresos. Otras veces es un éxito, la demanda sube sin límite y el emprendedor se forra, que es su objetivo. Es lo que los economistas llaman «Beneficios Extraordinarios».
Viendo la posibilidad de ganar dinero otros emprendedores entran en el mercado ofreciendo más productos hasta que la demanda deja de subir. Entonces la competencia hace caer los precios hasta que los ingresos son tan reducidos que simplemente cubren los costes. Es lo que los economistas llaman «Beneficios Normales». El capitalismo, incentivando el interés propio de los capitalistas ha permitido la creación de un producto o servicio que la población deseaba, y gracias a la competencia ha introducido variedad y ha reducido los precios.
Cuando el mercado no crece y el producto no cambia demasiado es un Mercado Maduro, y poco a poco pasa a formar parte del tejido social y económico.
Un día, las cosas cambian: suben los precios de las materias primas, los consumidores varían sus gustos, lo que sea. Lo que antes eran beneficios normales, ahora son pérdidas. El libro de texto del capitalismo dice que de nuevo el Mercado solucionará el problema eliminando a los proveedores que ya nos son necesarios.
Es entonces cuando los capitalistas olvidan sus principios de Libre Comercio y No Intervención y en vez de invertir, innovar o cambiar, le piden al gobierno que les ayude a que todo siga igual. Y encima se olvidan de que ellos están en el Mercado por razones egoistas, para ganar dinero, y dicen que su interés, su único interés, son los puestos de trabajo o la salud de la economía.
Tomemos el ejemplo de la industria de los helados en el Reino Unido. Dicen que la combinación del aumento de costes y de una serie de veranos frios y lluviosos están poniendo en peligro la supervivencia de algunos de sus integrantes. Como hemos dicho, para que el capitalismo funcione es necesario que los capitalistas innoven y se adapten a la nueva realidad. Pero eso no es lo que sucede. Veamos lo que dice el portavoz de la asociación de heladeros:
«La industria de los helados juega un papel crucial en la economía del Reino Unido, con unas ventas de 1.300 millones de libras al año, pero muchas empresas temen por su futuro tras haber sufrido una serie de incrementos en los precios de materias primas. Le he escrito al Sr. Osborne (Ministro de Economía) pidiéndole que reconsidere la condición de los helados como un producto de lujo y lo reclasifique como comida para que tenga un tipo de IVA del 0%»
«Los helados juegan un papel importante, a veces poco agradecido, en la vida británica. Proporciona un sentimiento de felicidad barato del que desgraciadamente muchas familias carecen en este clima económico. «
Así que cuando las cosas van mal y deberían cerrar porque ya no es rendible le piden al gobierno que intervenga manipulando las reglas del juego a su favor. Y no por su propio beneficio, que es lo que les motivó a entrar en el negocio, sino por la felicidad de la sociedad. Han pasado de tener una empresa a tener una ONG.
Y ahora es el IVA, y luego será olvidar las leyes de la competencia para dejarles que se fusionen para aprovechar las economías de escala, limitando las posibilidades de nuevos emprendedores de entrar en el mercado. Luego saldrán a bolsa para tener más capital, invertirán en productos arriesgados para incrementar los rendimientos de sus accionistas, les darán grandes bonos a sus vendedores y un día su importancia será tan grande que el gobierno no podrá permitirse que quiebren, y cuando tengan problemas se gastarán millones salvandolos y manipulando de nuevo el Capitalismo para salvarles el culo, mientras Adam Smith (padre del capitalismo moderno) se revuelve en su tumba.