¡Contemplad la cabeza de un traidor!

¡Contemplad la cabeza de un traidor! Estas fueron las palabras que el verdugo lanzó a la muchedumbre que se apiñaba en el patio del palacio de Whitehall, en pleno centro de Westminter, mientras mostraba en alto la cabeza de Charles I, rey de Inglaterra. O quizás fueron las palabras que debería haber pronunciado.

Charles I at Trafalgar Square

Enero de 1649. Charles I, rey de Inglaterra estaba preso en el palacio de Saint James’s a la espera de su juicio. Era la situación que Oliver Cromwell había tratado de evitar. La guerra civil inglesa, que empezó en 1641 cuando el rey se hartó de que el Parlamento reclamara poderes para dirigir el Reino, acabó con la completa derrota del ejército realista. Cromwell intentó negociar con Charles I para que mantuviera como rey, pero sometido a la voluntad del Parlamento, elegido por el Pueblo.

En respuesta, el rey hizo un pacto secreto con el ejército escocés para que invadiera Inglaterra y le retornara al trono. La segunda guerra civil inglesa había empezado, y acabó igual que la primera, y la pérdida innecesaria de miles de vidas. Viendo la actitud del rey, Cromwell finalmente cedió a la presión de aquellos que cuestionaban la viabilidad de una solución negociada. El 20 de Enero de 1649 el juicio por alta traición al rey de Inglaterra empezó.

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El rey apostó fuerte. Su poder emanaba de Dios, por derecho de nacimiento, y ningún órgano elegido por el Pueblo podía quitarle poderes ni ningún jurado compuesto por el Pueblo podía juzgarlo, así que se negó a comparecer. Las leyes decían que todo aquel que se negara a comparecer en juicio por tres veces estaba declarando su culpabilidad, y así es como Charles I, rey de Inglaterra fue declarado culpable de alta traición por poner sus intereses, los de mantenerse en el poder, por encima de los intereses del pueblo, representados por el Parlamento libremente elegido. El rey fue condenado a morir decapitado.

El 30 de Enero de 1649, el rey salió en procesión del palacio de Saint James’s en dirección al palacio de Whitehall, en Westminster, escoltando por una pequeña parte de soldados leales. El lugar de la ejecución era delante de la casa para banquetes (curiosamente la única parte del palacio que ha sobrevivido hasta hoy), donde se había montado un andamio exactamente donde hoy corre la calle Whitehall, delante de la entrada al Horse Guards (ver mapa).

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El rey accedió a la tarima por una ventana, rezó una plegaria y colocó su cabeza en posición. El verdugo levantó su hacha y de un único golpe decapitó a Charles I, rey de Inglaterra (140 años antes de la revolución francesa). La tradición era que el verdugo levantaría la cabeza del decapitado, la mostraría al público y diría “Contemplad la cabeza de un traidor”. Si no lo dijo, sería un símbolo de que el rey no puede ser un traidor. Tal ha sido la propaganda que siguió que a día de hoy no hay acuerdo sobre lo que el verdugo hizo.

Chalres I at whitehall

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Cromwell, quien se convirtió en el líder de la república, era consciente del valor simbólico del rey y siempre intentó encontrar la manera de restaurar al rey en su trono, pero sometido al poder del pueblo, de donde emanaría su poder. El rey se negó y Cromwell accedió a que fuera juzgado. Una decisión que le perseguiría hasta la tumba, incluso más allá de la muerte… Pero esa, es otra historia.
View Que hacer en Londres in a larger map

PS. Por si te preguntas a qué vienen las fotos, cada año, el domingo siguiente al 30 de Enero se representa en Londres la procesión del rey hasta el lugar de su decapitación. Este año, coincidía exactamente con la fecha, y estas son algunas de las fotos. El resto aquí

¿Les va bien a los dirigentes que los ciudadanos no sepamos de economía?

Ayer la oficina de estadística del Reino Unido publicaba los resultados preliminares del último trimestre de 2010 con sorpresa incluida: crecimiento negativo del PIB del 0,5%. Y para colmo, la inflación podría llegar al 5%. Como ya he dicho muchas veces, los que mandan creen que los ciudadanos somos tontos (¿estarán en lo cierto?).

La suma del precio de todos los productos y servicios que se producen en un país es el Producto Interior Bruto (PIB, en inglés GDP). Cuando es negativo significa que producimos menos que el año anterior, es decir, que las empresas han ingresado menos, y como consecuencia reducen salarios, despiden a trabajadores o simplemente cierran. Así que diremos que en general el crecimiento negativo es malo.

El PIB del último trimestre de 2010 cayó un 0.5%, arrastrado por la construcción y los servicios financieros. El informe del instituto de estadística le da la culpa de estas caídas (redoble de tambores) a la nieve!

Añadamos el concepto de “precios reales”. Supongamos que algo te costaba 100 euros en 2010 te cuesta 105 en 2011. A eso los entendidos le llaman inflación, y el común de los mortales le llama “fíjate cómo ha subido todo, qué barbaridad”. La inflación puede crear la ilusión de crecimiento aunque la producción sea la misma. Suben los precios, no la producción. No es un crecimiento real, y significa que el ciudadano le cuesta más consumir lo mismo. Por lo tanto, la inflación es mala.

El trabajo del gobernador del banco de Inglaterra es mantener la inflación por debajo del 2% sin perjudicar el crecimiento. Ayer dijo que las previsiones apuntan que la inflación va a llegar pronto al 5%. ¿Qué excusas ha dado para justificar semejante desastre?

  • La devaluación de la libra, necesaria para hacer el país más competitivo, lo que ha subido el precio de las importaciones (ya avanzamos aquí que la inflación se dispararía, y cuestionábamos los beneficios)
  • Los precios de las materias primas como la energía, el algodón y la comida han subido por culpa de países emergentes (ah, el viejo truco de echarle la culpa a los chinos)
  • La subida del tipo máximo del IVA de 17,5% a 20% (para absorber la deuda pública usada para salvar a los bancos, y que también dijimos que tendría repercusiones negativas)

Dice que si no fuera por todo esto, la inflación sería estable. Entonces ¿qué es lo que hace subir la inflación y que el Banco puede controlar? Los salarios reales se han reducido a niveles de 2005. Alegrémonos, por ello (a saber dónde estaría la inflación si los salarios hubieran crecido a velocidad normal).

Volvamos al tema de la nieve. La Oficina de Estadísticas Nacionales afirma que la razón del crecimiento negativo fue la nieve. Si el PIB del Reino Unido es alrededor de 1,4 billones de libras, un 0,5% son 7.000 millones de libras. Eso es lo que ha costado la nieve. Posiblemente si gastaran ese dinero o quizás algo menos en equipar el país contra la nieve, el año que viene se podrían ahorrar las pérdidas. Pero el ministro de transporte ya dijo que no es habitual que nieve en Londres, con lo que la inversión no estaría justificada (a pesar que el invierno pasado ya la nieve causó problemas, y hace dos años también).

Así que los mandatarios lo han hecho todo muy bien, la inflación ha sido inevitable, y la nieve cae del cielo, y gastar dinero en preparar el país sería derrochar. Estamos en buenas manos, ¿no es así?

¿Qué es britishness? The King’s Speech

Ayer vi «The King’s Speech», la película de moda en Londres. Podríamos discutir sus virtudes cinematográficas, aunque siendo un extranjero que vive en Londres, me parece mucho más interesante comentar los rasgos culturales británicos que la película rezuma por todas partes. Cuando salí de la sala del cine, lo primero que se me ocurrió decir fue: «hay mucho britishness en esta película». Veamos a qué me refiero.

Si no sabes la historia del rey Eduardo VIII y el rey Jorge VI y quieres ver la película, entonces este artículo está lleno de espoilers.  Si sabes algo sobre cómo llegó el segundo a ser rey, entonces este artículo no dice mucho que no sepas ya o que no puedas encontrar en la Wikipedia.

El argumento de la película gira en torno a las dificultades del rey Jorge VI para hablar (era tartamudo) y de Lionel Logue, quien le ayudó a superarlos a fin de que el rey pudiera hacer sus discursos a la nación. Y aunque eso tiene su interés, lo más interesante es todo lo que ocurre a su alrededor.

En primer lugar está la figura de la Monarquía. El rey Jorge V dice en cierto momento que con la llegada de la radio, los integrantes de la casa real se han convertido en actores. Mas tarde en su hijo, el rey George VI dice:

«Si yo soy el rey, ¿dónde está mi poder? ¿Puedo declarar la guerra? ¿Puedo formar gobierno? ¿Poner impuestos? ¡No! Y sin embargo en mi reside toda la autoridad porque ellos creen que cuando yo hablo, hablo por ellos.» (refiriéndose al Pueblo).

Y esa es la clave de la película porque ¿qué sentido tiene un rey sin voz? ¿Cómo se van a identificar con él si no es capaz de decir una frase entera sin encallarse? Y esta no es una cuestión banal. Precisamente, la razón por el que la monarquía británica ha sobrevivido a tantos escándalos durante el Siglo XX es que para el Pueblo, es un símbolo de todo lo que ser británico representa. La historia del rey George VI en concreto es una metáfora de lo que significa ser británico.

Su hermano Eduardo era el heredero al trono. Vividor irresponsable (según lo describe la película) se convirtió en rey a la muerte de su padre, y abdicó menos de once meses después para poder casarse con Wallis Simpson, una mujer de nacionalidad americana y divorciada dos veces. Esa actitud no es la propia de un birtánco.

El segundo en línea era Albert, el hermano, un tipo sombrío y aburrido, quien era reacio a tomar la corona, y se convirtió en rey porque la situación lo requería, porque era lo correcto. Esa es una actitud mucho más británica. Del mismo modo el Reino Unido declara la guerra a Hitler porque Hitler era capaz de atrocidades que los británicos no podían contemplar impasibles.

Otra muestra más de britishness se ve cuando Churchil le pregunta qué nombre va a usar cuando sea coronado rey. Su nombre era Albert, y ese es el nombre que quiere. Churchil responde «demasiado alemán«. «Qué tal George? Daría un sentido de continuidad con su padre» (George V). La continuidad, la esencia del pueblo británico. ¿Y cual es el símbolo de la continuidad? La corona.

Un último punto para el papel de las mujeres. La esposa (la que sería conocida para la posterioridad como la «Reina Madre», la madre de la actual Reina Isabel II) es una apoyo leal, ayudando a su marido a través de todos los retos a que se enfrenta. La retratan como la razón del éxito del rey. Por otro lado, Wallis Simpson es el papel totalmente opuesto, y la causa de la abdicación de Eduardo. Cuando Churchill le pregunta a la primera qué tiene Wallis que tiene a Eduardo tan enamorado ella responde «Aparentemente ella tiene ciertas habilidades aprendidas en un establecimiento de Shangai«.

¿Hay algo más británico que eso? Un rey que se convierte en centro de atención no por elección sino por obligación, la reina, fiel consorte, madre, y guardiana de las buenas costumbres. Frente a ella un rey que abdica por no asumir sus responsabilidades, infatuado por una americana divorciada cuyo máxima atracción parece residir en el deseo más animal. Lo dicho, Britishness.

Cómo librarse de los gordos

El 25% de la población británica es obesa, y eso es un problema. Por su salud? No! Son un problema porque salen muy caros. Cómo de caros? 4.000 millones de libras.

Según una encuesta de la OCDE, el Reino Unido es el país europeo donde hay más gente obesa, nada menos que una de cada cuatro personas. Siguéndole de cerca están Irlanda y Malta, y el número 1 en el mundo es USA con casi la mitad de su población adulta. Parece que los británicos han esparcido un legado de obesidad allí donde han estado… (para hacerte una idea de qué es ser obeso clica aquí).

¿Eso le preocupa al nuevo gobierno de derechas británico? En absoluto. Su filosofía política es que cada ciudadano hace con su vida lo que quiere.

Dice la Organización Mundial de la Salud que la obesidad, y en menor medida el sobrepeso, generan enfermedades cardíacas, de circulación, de los huesos y diabetes. La obesidad ocupa camas de hospital, incrementa la demanda de medicamentos subvencionados y en general incrementa el gasto médico.

En el mundo ideal de los Conservadores cada ciudadano se pagaría su propia factura médica. Pero el nuevo gobierno británico tiene que cargar con un país donde los ciudadanos creen que la sanidad debe ser pagada por las arcas públicas. En los nuevos presupuestos el gobierno ha recortado en todo excepto en Sanidad y Educación (y no ha sido por falta de ganas).

Si la «epidemia», tal como la llaman, sigue avanzando, el gobierno no sólo no va a poder recortar el presupuesto sanitario sino que se va a ver en la obligación de aumentarlo. A ellos no les importa si la población es obesa, pero si les va a costar dinero, entonces ya es otro cantar! Además, la obesidad significa bajas por enfermedad y menos productividad. En los tiempos que corren, el gobierno necesita que toda la población trabaje al 100%.

Conclusión: el gobierno está preocupadísimo con el tema de la obesidad.

Un informe reciente de la prestigiosa consultora McKinsey afirma que la mejor manera de reducir la obesidad no son programas individuales para fomentar las frutas y verduras (como la famosa campaña del gobierno de «five a day»), ejercicio o educación dietética sino todas las medidas juntas. Y la forma más efectiva es que sean las comunidades como barrios o pueblos las que se organicen.

Y precisamente esa es la vía escogida en el Reino Unido. El gobierno va a dar 4.000 millones de libras a las autoridades locales para que hagan iniciativas encaminadas a mejorar la salud de los ciudadanos.

4.000 millones de libras! El nuevo gobierno quiere reducir el dinero que se gasta en servicios públicos y aún así va a crear un nuevo programa que cuesta 4.000 millones de libras exclusivamente para reducir la obesidad. Significa que los gastos generados por los nuevos enfermos y la pérdida de productividad son mayores que 4.000 millones de libras. Y este es un problema del que ya hablábamos en el blog hace 4 años y parece que empeora en vez de mejorar. No se si el gobierno estará preocupado por la salud de la gente, pero yo estoy empezando a preocuparme. ¿Crees que se preocupan por el bien de los ciudadanos, por el presupuesto o de quedar bien a costa del dinero de los otros?

PS. Ser obeso no es simplemente estar rellenito. Para hacerte una idea puedes calcular tu masa siguiendo este link. Si todavía no sabes por qué es necesario controlar los azúcares, la sal, y todo eso, échale un vistazo a los datos de la Organización Mundial de la Salud. Da qué pensar.

Tron: Legacy

El viernes vi «Tron: Legacy» en el Imax de Londres. La trama no es de lo mejorcito, pero qué importa la historia cuando ante tus ojos hay un festín visual y una música memorable. Además es un descarado homenaje a los años 80, cuando las computadoras invadieron nuestra cotidianidad y la cambiaron para siempre.

Aviso: este post está llenito de espoilers, así que si no has visto la película, ya sabes a lo que te arriesgas.

Vamos a aclararlo de buen principio: la trama de «Tron: Legacy» es mala con avaricia, y cuando más pienso en ella más agujeros le encuentro.

Pero ¿a quien le importa? «Tron: Legacy» habla del legado que la película original dejó. «Tron» rompió moldes allá en el año 1984 por su su forma de ver los programas como una extensión de sus creadores en un mundo virtual paralelo (algo a lo que Internet se parece cada día más) y por sus sorprendentes efectos visuales. Los años ochenta fueron algo así como el despertar de las computadoras. Resulta increible pensar que 25 años la gente podía vivir sin ellas.

Podría pasarme el día contando los detalles de una película llena de homenajes a los ochenta y a las películas de ciencia ficción que se estrenaron, pero para no hacerme pesado voy a concentrarme en unas pocas. Si crees que hay otras dignas de mención, no te cortes y añádelo en los comentarios.

La película es un homenaje al Tron original, hasta el punto que Sam tiene los posters originales de la película en su habitación. El principio quiere retomar exactamente en el punto que Tron termina. En la escena final veíamos como la ciudad se convierte en una «grid», en el mundo virtual. La apertura de la nueva vemos como la «grid» se convierte en el mundo «real». Luego nos cuentan rápidamente lo que ha ocurrido desde la última vez que vimos a Flynn saltando del helicóptero.

Pero claro, el inicio real es cuando Sam llega a «Fynn’s». Un escalofrío recorre la espalda, como cuando llegas a un lugar conocido pero que no has visitado por mucho tiempo. Sam enciende el interruptor central y la canción  «Separate Ways» retruena desde los altavoces, mostrando que el lugar se quedó congelado en los años 80, y nosotros, los que los vivimos, nos sentimos ahí de nuevo, en la «sala de máquinas», entre Ataris y Namcos, Pacman y Space Invaders. Y por si había alguna duda, la siguiente canción es «Sweet Dreams», de Eurithmics, canción mítica de los 80, el inicio de la música electrónica.

Aparte del hecho que toda la historia parece un remake del Tron original, incluyendo la huida a través de un agujero en la pared, hay muchos otros homenajes. Las batallas de naves recuerdan poderosamente la Guerra de las Galaxias, y hay un par de movimientos de cámara que recuerdan a Galáctica. Terminator está presente en todo momento, desde las máquinas «Arcade» hasta el aparato que Sam hace servir para saltar la seguridad. Y cómo no, la inconfundible cita de «La única manera de ganar es no jugar», original de la maravillosa «Juegos de Guerra». Y qué decir de la espectacular música de «Daft Punk», que recuerda muchísimo a Blade Runner. En general las calles, la oscuridad, todo tiene reminiscencias Blade Runner. Incluso la escena final  (aunque se cuenta que Ridley Scott no la tenía en su guión original). Todo ello es un homenaje a la parte más geek de los años 80.

Una referencia algo desconcertante es la de «De todos los bares…» procedente de Casablanca. Quizás es una pista para que sepamos que el «End of line Club» es un antro para traidores y exiliados.

Hablando del Club, el actor principal de la escena es el que encarna a Tony Blair en la película «The Queen», y todo el estilo del club tiene un algo muy «british», sin mencionar que Eurithmics son, precisamente, británicos. Algo que se me ha quedado clavado es la escena de destrucción en que Zeus baila con su bastón y grita en medio del desorden. Me recuerda a una escena de alguna película pero no consigo recordar cual. ¿Se te ocurre?

En general, una película con una historia inconsistente, un homenaje a los años ochenta electrónicos, todo ello con unos refinadísimos efectos visuales y una música envolvente. Para los que no vieron la original y no tienen interés en computadoras, probablemente una película pasable. Para los que tuvimos la infancia en los ochenta es un festín visual, y vista en el Imax, el colmo de los Geeks.

Expresiones útiles en inglés: «brownie point»

Las expresiones con doble sentido son extremadamente útiles porque te permiten decir cosas sin decirlas. Como cuando quieras decir que alguien ha hecho algo bueno, pero en realidad quieras criticarlo de la peor forma posible. Por ejemplo: “brownie points”

En el mundo anglosajón tienen mucha importancia los movimientos “Boy Scouts”. Los grupos son variados, dependiendo de la edad, el sexo y muchas otras variables. Uno de ellos son los “brownies”, grupos infantiles para niñas.

Como quizás sepas, en estos grupos no se trata de ir a andar y formar parte de la comunidad, como en los movimientos excursionistas españoles (los que conozco). Típicamente anglosajón, e insipirado en organización militar, los miembros deben realizar una serie de tareas, cosa que les permite ganar “badges”, algo así como insignias, que pueden poner en su camisa para que todo el mundo lo vea. Además, cuando hacen una buena acción obtienen puntos, que tienen distinto nombre dependiendo del grupo. En el caso de las “brownies” se llaman “brownie points”.

Así que si alguien hace una buena acción puedes decir que ha ganado un “brownie point”. Y ahí es donde llega el doble sentido.

Imagínate que en un banco de la City dos personas están hablando sobre que alguien se ha ganado un “browny point”. En el ambiente supercometitivo de uno de los centros financieros más importantes del mundo, ¿crees que esa pueda ser una conversación en serio?

Pero hay más, porque como quizás sepas, “Brown” significa “marrón”, y en el lenguaje coloquial a menudo cuando se menciona ese color se refiere a cierto producto producido por el cuerpo humano y de olor característico. Ahora piensa también en la expresión “brown nosing”, que significa tener la nariz marrón por ponerla en cierta parte de la anatomía del jefe.

Teniendo todo eso en cuenta, veamos de nuevo la expresión “browny point”. Creo que no hace falta decir nada más, a excepción que a la hora de usarla habrá que decir “score browny points”, que es el verbo adecuado para referirse a “puntuar”.

Más frases, palabras y expresiones informales para el día a día en inglés pinchando en el link.

Los pobres son unos envidiosos

De vuelta en Londres y todo sigue como siempre: lluvia, rumores de huelga en el metro y la campaña de los bancos contra los nuevos impuestos. En el caso de los bancos se ha producido una pequeña victoria esta semana usando uno de los argumentos más viejos que existen: “lo que pasa es que tienes envidia”.

Alguna vez ya he mencionado que en Londres dan periódicos gratuitos, como en muchas otras ciudades. Uno de ellos es el City AM, orientado a los trabajadores de la City y que quiere ser su portavoz y principal defensor. El Lunes ponía una vez más en portada a los políticos que proponen nuevos impuestos para los bancos, y los criticaba por populistas y por subirse al carro de los que odian a los banqueros.

Lo de poner impuestos a los bancos es una propuesta de la Unión Europea, pero cada país puede aplicarlo como quiera. Unos dicen que los impuestos son necesarios para recuperar el dinero usado para rescatar a los bancos en la crisis. Otros dicen que es para crear un fondo que se va a usar si en el futuro es necesario rescatarlos de nuevo, y unos terceros dicen que son para que los beneficios extraordinarios que tienen vuelvan a la población.

Este último argumento es el típico de la redistribución de riqueza, el de que los que tienen más deben dar a los que tienen menos. Precisamente hace ya algunos años me encontré en una conversación en la que yo defendía la progresividad. Yo decía que es justo que los que tienen más paguen impuestos más que proporcionalmente. Una chica (cuyos padres eran de los que sufren los tipos impositivos más altos) me respondió que eso era envidia, porque otros ganan más que yo. Ese argumento me dejó pensativo. No porque me convenciera sino porque era un fantástico argumento.

Este Lunes en la portada del periódico venía exactamente ese argumento. Se llama “politics of envy”, que tiene muy mal traducir, pero que viene a ser “políticas basadas en la envidia”. El argumento dice que la gente que no gana esas grandes fortunas y esos grandes bonus tiene envidia, porque ellos también querrían ganarlos, pero son demasiado gandules para esforzarse. Entonces lo que hacen es pedir al gobierno que le quite ese dinero a los que se lo han ganado. Por pura envidia. El gobierno, siempre dispuesto a ganarse algunos votos, se convierte en abanderado de la población y propone más impuestos, con lo que los banqueros sufren la consecuencia de políticas promovidas exclusivamente por la envidia.

Al día siguiente el mismo periódico publicaba también en portada que por el momento, las propuestas de nuevos impuestos han sido abandonadas.

¿Qué te parece? ¿No es un argumento fantástico? “Politics of envy”. Y encima suena bien.

Malta (III): Humildad

Me fui a Malta a encontrarme conmigo mismo, a entrar en contacto con la Madre Tierra. En este camino de enriquecimiento era importante sentir la fuerza creadora y a la vez destructiva de los volcanes, para poder seguir la senda de la humildad.

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Malta está a sólo unos kilómetros de la Isla de Sicilia. Aprovechando la proximidad abandoné mi aislamiento voluntario para visitar un lugar muy concreto.

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Antes me detuve en un bellísimo pueblo llamado «Taormina” agarrado literalmente a un acantilado. Sus callejuelas estrechas y tortuosas se convierten a menudo en escaleras, encaramándose hasta lo alto de la montaña.

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En otros casos las escaleras están hechas con toda la grandeza.

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Las calles estrechas protegen del sol y permiten la esencial vida en la calle mediterránea.

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Multitud de tiendas se apiñan las unas contra las otras en las calles principales, mezcla de tradición y explotación al turista. Principalmente venden ropas y utensilios de barro, todo ello “típicamente” siciliano. O por lo menos eso nos quieren hacer creer.

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Llegando a la parroquia del pueblo se puede apreciar lo que las callejuelas no permiten. La plaza mayor es literalmente un balcón sobre el Mediterráneo.

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Sicilia ofrece grandes visitas como Palermo, Siracusa o Corleone, pero mi objetivo era algo menos cultural. A lo lejos ya se podía ver su silueta.

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El Monte Etna, la «Montaña de Fuego», mide 3.329 m, el segundo volcán más alto de Europa después del Teide, y el más activo. La erupción más violenta de los últimos años fue en 2008, y cada año se producen erupciones.

Una carretera zigzageante llega lentamente al pie del teleférico. Cuando las condiciones son adversas, ese es el fin del camino. Cuando el tiempo lo permite se puede ascender unos metros más con el teleférico. Llegar más allá es casi imposible debido a las condiciones variables en la cima. Al pie del teleférico me informaron que la cima estaba abierta. Podía considerarme afortunado.

Sintiendo la llamada de la Madre Tierra me subí al teleférico sin perder un segundo. El último tramo de ascensión se realiza con un vehículo especial cuyas ruedas miden más de un metro de diámetro. Solicité hacer la ascensión a pié, sintiendo que acceder con vehículo motorizado era hacer trampas, era traicionar el espíritu de mi viaje pero me informaron que era con vehículo o nada. A regañadientes accedí, y el vehículo iba subeindo a duras penas por un paisaje como nada que hubiera visto antes.

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La cima estuvo al alcance mi mano. El silencio era sorprendente. Solamente podía escucharse los pasos sobre la roca volcánica. El aire frío cortaba la cara. Allá donde mirara aparecían fumarolas de gas. Esta es una montaña viva.

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El Etna tiene más de 300 cráteres. Desde la cima, a ojo descubierto y en una sola de las laderas pude contar más de 50.

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En lo alto de la montaña vive un perro. Es el único habitante permanente. Los geólogos que monitorizan el volcán se van turnando. Sólo el perro se queda, solitario ermitaño. Como el guardián de la cima acompaña a los visitantes. Les muestra el camino y les sigue a su vuelta  para asegurarse de que nadie se queda rezagado.

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Allí arriba, entre lava y fumarolas, en un silencio desconcertante, subido a una montaña creada por el poder de la Tierra uno puede sentir que vivimos en tierra prestada. Tristemente desastres como los de Haití, Chile, Indonesia o el tsunami del Sur-Este asiático nos recuerdan que todo es temporal, que nada puede detener las fuerzas geológicas sobre las que vivimos, y que a la vez nos dan la vida.

Esta familia había construido su casa de vacaciones en un lugar privilegiado. La erupción de 2008 acabó con ella.

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La humildad es el único camino.

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Si quieres ver algunas fotos más de Taormina y el Etna, puedes ir al set de Flickr

Este artículo pertenece a la serie «Crónica del retiro temporal«. Puedes ver la introducción pinchando aquí.

El periodismo está sobrevalorado

Quizás te hayas enterado de que el canal de noticias 24 horas CNN+ ha cerrado y su lugar de emisión lo ha ocupado el canal de 24 horas de Gran Hermano. Hay quien dice que es una metáfora de la situación de la cultura en España. Pero no vayamos a pensar que eso es malo.

Antes que se me olvide, feliz año nuevo. Me he tomado unas vacaciones no programadas durante unos días y ya estoy de vuelta.

Y para empezar el nuevo año, nada mejor que la última gran noticia del año pasado. El día 28 de Diciembre (dia de los Santos Inocentes) se publicó que el CNN+ cerraba, dejando a más de 200 trabajadores en la calle. Por si no estás familiarizado con este canal, era un intento de hacer una CNN en español.

Tras 11 años en antena los responsables de la cadena han decidido cerrar por problemas de viabilidad: arrastra 40 millones de euros de pérdidas. PRISA, el grupo mediático propietario de la cadena, considera que no vale la pena financiarla con los beneficios de otros medios del grupo.

¿Por qué debería mantener funcionando una cadena con pérdidas? Al fin y al cabo si tiene pérdidas es porque los gastos son mayores a los ingresos, y si no genera ingresos suficientes es porque no lo ve suficiente gente (según los datos de audiencias), con lo que no atrae publicidad.

Esto me recuerda lo que comentábamos hace unas semanas sobre los dirigentes de la cadena británica ITV. Ellos decían que si pusieran más programas culturales la gente no los vería y la cadena perdería audiencia. Y eso es lo que ha ocurrido con CNN+. La gente (según los datos de audiencias) no ve canales de noticias. En su mejor momento CNN+ registró un 0,6% de la audiencia, y eso teniendo en cuenta que en los dos últimos años el canal se emitía en abierto por la plataforma terrestre digital.

En su lugar, ahora se está ya emitiendo el canal 24 horas Gran Hermano, ese reality show que dura más que los conejitos de las pilas. Eso significa que Gran Hermano tiene beneficios, o que la cadena propietaria tiene como estrategia mantenerlo en antena.

Claro, ahora muchos se rasgan las vestiduras diciendo que un canal de entretenimiento reemplaza a uno serio de noticias, que el periodismo se muere y esas cosas. Pero la verdad es que ese canal no era rentable porque la gente no quería verlo, al igual que en el Reino Unido los dirigentes de la ITV dicen que los programas culturales no atraen suficiente audiencia para compensar gastos.

Tanto el periodismo como la cultura están sobrevalorados, «overrated» como decimos en Londres.  La gente ve las noticias del mediodía o de la noche, y a veces las dos. Con eso ya tienen suficiente. Las cadenas televisivas son negocios, no organizaciones de beneficencia y están para obtener audiencia, no para educar. ¿O debería ser al revés?

Felices Fiestas

Lo típico cuando estás aprendiendo inglés en Navidad es que te enseñen lo de Merry Christmas and Happy New Year. Es la felicitación habitual. Pero hace unos años los americanos y concretamente los departamentos de recursos humanos descubrieron que no todo el mundo celebra las navidades. No sólo eso, también descubrieron que el año no termina el 31 de Diciembre para todo el mundo.

Claro, de repente se han dado cuenta que todos esos seres humanos que no celebran la Navidad podrían sentirse ofendidos por todos esos mensajes navideños. ¿Que han hecho? En las comunicaciones oficiales han desaparecido por completo las felicitaciones tradicionales que hacen referencia a las fiestas cristianas.

Pero si no felicitan las navidades a los cristianos, que son la mayoría de sus empleados, será una falta de tacto. ¿Cómo solucionarlo?

Ahora lo que se lleva es felicitar, pero sin mencionar  la Navidad o el Año Nuevo. ¿Cómo? «Happy Holidays».

Como quizás te hayas dado cuenta,  la traducción literal es «Felices Fiestas», exactamente la forma de felicitar tradicional en castellano y por lo que tengo entendido, en portugués.

Ya lo ves, el mundo dice que los latinos somos los de la falta de tacto, los que no tienen respeto por la sensibilidad de los otros, y ahora resulta que somos los que felicitamos la navidad de la forma más respetuosas. Que cosas…

Felices Fiestas!