Quizás hayas escuchado que una amalgama de jóvenes contra el cambio climático han estado acampados en las cercanías del aeropuerto londinense de Heathrow, el más concurrido de Europa (y con sólo dos pistas). Querían llamar la atención sobre el cambio climático, y hacernos sentir mal a todos aquellos que volamos con cierta frecuencia.
Lo que tratan de decir es que los gases producidos por la combustión del queroseno que utilizan los aviones es altamente contaminante, y que al liberarse a gran altura, tiene un impacto mayor. En consecuencia han decidido hacer acción directa en el aeropuerto más concurrido de Europa, en una zona que de ser aprobado el proyecto, alojará la tercera pista. Su argumento es que lo que el mundo necesita no es otra pista de aterrizaje sino menos vuelos.
Al parecer, uno de los principales culpables del sorprendente crecimiento de vuelos en todo el mundo son las compañías de bajo coste, que permiten volar a gente que antes no se lo podía permitir… y que nos permite a algunos volar a casa a ver el sol de vez en cuando. O sea que ahí duele. A pesar de que hago un uso responsable del agua, que cierro todas las luces cuando no las utilizo, que desconecto totalmente el ordenador cuando no lo uso, que reciclo, que uso siempre el transporte público, a pesar de todo eso, estoy colaborando al calentamiento global.
Pero hoy, echando un vistazo a la página de Easyjet, la aerolinea de bajo coste, he descubierto que al comprar un billete para ir a casa o para ir a cualquier otro sitio para cambiar de aires por un módico precio, puedo ayudar al Medio Ambiente. Puedo pagar 2,57 libras que van a ir a un proyecto certificado por la UE para reducir emisiones. Concretamente una planta hidroeléctrica en Perú. De esta manera voy a compensar los 197kg de dióxido de carbono que me corresponden por este vuelo.
Mucho mejor! Ahora ya puedo viajar con la conciencia tranquila. Incluso me replantee esas vacaciones que había anulado por mi mala conciencia.