Palabras útiles en inglés: «Bloody»

Hasta ahora hemos visto palabras para saludar, para quedar bien, para hacerse el modernito, para sacarse de encima conversaciones en las que nos hemos quedado sin argumentos, para disculparse. La idea es ir poniendo palabras o frases que se usan en la calle y que no vamos a encontrar en los libros. Bien, hay una categoría de palabras que encaja perfectamente en esa definición y que todavía no he tocado: las palabrotas, los tacos, los exabruptos, llámalo como quieras, pero ya sabes a qué me refiero.

Bloody es un adjetivo, y significa litermalmente «sangriento». Pero como de costumbre, lo importante no es el sentido literal. Supongamos que estamos hartos de la bendita bombilla que se apaga sin avisar, o que el proveedor de Internet ya nos tiene hasta las narices con su incapacidad de proveer lo que prometen. En ese caso decimos «bloody bulb» o «bloody ISP». El objetivo es transmitir a quien nos escucha una cierta desazón acerca de ello.

Pero «bloody» es una palabrota de baja intensidad. No es ofensiva. Es más bien como inocente. No la podemos utilizar en situaciones en que la sangre hierve. No podemos decir «Bloody terrorists«, porque a ellos les corresponde otras palabras que no voy a nombrar aquí por respeto a ti que estás leyendo.

La razón por la que hablo sobre ella y no sobre otra cualquiera es que es típicamente inglesa. En USA utilizan más «damn». «Bloody» viene directamente del inglés antiguo, y es tan inglesa que JK Rowling la utiliza para dar el toque inglés a Ron en Harry Potter.

Es más, Ron utiliza normalmente «Bloody Hell», que es la forma de utilizarla como expresión en sí misma, y no como adjetivo. En caso de que algo nos tenga exasperados decimos «Bloody Hell», como quien dice «ya me harté», o también como expresión de asombro. Si alguien te cuenta que lleva más de diez días lloviendo cada día, y que el sol no sale más de tres horas seguidas, tu puedes decir «bloody hell» (mientras el que te lo cuenta se da cabezazos en la pared y se pregunta cuando se va a dignar a aparecer el Verano.

Los orígenes son dudosos. Si tienes curiosidad puedes buscar por diccionarios. Hay versiones para todos los gustos. Yo me quedo con la que me contó uno de los guías turísticos retirados en York. Son unos viejecitos encantadores que dan paseos por la ciudad contándote batallitas. Para mi es la mejor manera de descubrir la ciudad. A lo que iba. En la edad media, los mercados estaban en la calle. Cada calle dedicada a un tipo de bienes. La carne estaba en calles muy estrechas para evitar que la luz entrase y estropeara el material. Junto a las paredes había repisas donde se colocaba la carne fresca, todavía chorreando sangre. Al final del día con la gente pasando, los papeles, la suciedad y la sangre corriendo calle abajo el escenario era un «bloody mess» (desorden sangriento). Y de ahí viene la palabra. Si, ya se que está cogido con pinzas, pero qué caramba, el viejecito me cayó bien.

Más frases, palabras y expresiones informales para el día a día en inglés pinchando en el link.

iPod: qué es globalización, innovación y márketing, en términos sencillos

Hal Varian es uno de los economistas vivos más respetados. Hoy publica en el New York Times un artículo sobre un estudio realizado en la famosa Universidad Berkeley sobre el desglose del precio y costes del iPod (el ejemplo es el de 30Gb). Vale la pena emplear unos minutos en leerlos. Lo más interesante de ellos es que explican con un ejemplo claro y muy actual qué elementos componen el precio que pagamos por un producto en la tienda, en este caso, por qué un iPod vale $299 y no más o menos. Y además, explican qué es realmente la Globalización.

Después de leer el artículo y el estudio me quedo con tres puntos (si crees que vale la pena destacar más, no dudes en comentar).

Los economistas y todos esos libros de negocios definen una multinacional como una empresa con presencia en distintos países. La cultura popular dice que las Multinacionales son las culpables de la Globalización (que es muy mala, según esa cultura popular). El estudio demuestra que el iPod beneficia a seis países, no sólo a USA, donde Apple tiene su sede. Estos países son Japón, USA, China, Singapur, Taiwan y Korea (se puede argumentar que Taiwan no es un país, pero no es momento de discutir eso ahora). La cuestión es que Apple no crea los componentes y ni siquiera los ensambla. Lo hacen otras empresas. Seguro que hay empresas capaces de crear el disco duro del iPod en USA, pero sale más a cuenta pedírselo a Toshiba. Y Toshiba lo produce en China. La razón de tanta dispersión es que cada uno va a buscar lo que le sale más a cuenta. De este modo, las empresas buscando lo que les sale más a cuenta van repartiendo riqueza a nivel global. Gracias a esa Globalización, en China se generan unos puestos de trabajo que de otro modo se generarían en California.

Es interesante ver como Apple de hecho no crea el producto. Simplemente tiene una serie de acuerdos que coordina, pero el producto lo hacen otros. Aún así, se lleva $80, un 26% del precio final. Una cantidad que no está justificada ni por el coste de los productos ni por el salario de los trabajadores. Esa cantidad es la compensación por el diseño del producto, por el márketing y por la idea. Podríamos decir que ese 26% es lo que ha costado hacerlo «cool«, y que se haya convertido en el reproductor que vende más en todo el mundo, incluso en un ícono moderno (mucha gente compra el iPod no porque sea bueno sino porque es un iPod). Evidentemente también tienen que compensar las horas de los investigadores y desarrolladores. Eso tiene un coste, que para Apple son $80. Como en la vieja historia del mecánico a quien le traen un coche estropeado, lo mira, da un golpe con el martillo y cobra $100: $1 por el esfuerzo de dar un golpe y $99 por saber donde darlo. Y nadie puede negar que Apple ha dado un buen golpe.

Finalmente, $75 van a distribución. Es decir que producir un iPod vale $144,40, una vez le sumamos lo que ha costado hacerlo «cool«, el precio final es $224,40. Los $75 que faltan hasta el precio de venta al público en USA ($299) es lo que se queda la distribución y las tiendas. Un 25% del precio que se paga es lo que cuesta llevar el producto terminado hasta el consumidor final. Eso es casi lo mismo que lo que se queda Apple. Y la mitad de lo que cuesta producirlo. Parece mucho dinero para alguien que no añade ningún valor, que lo único que hace es llevarlo de un lugar a otro y ponerlo en un bonito escaparate, un mero intermediario. Así que si lo compráramos directamente en la página web de Apple, nos podríamos ahorrar un 25%. Interesante descuento (si lo compras en la página web de Apple, el precio es el mismo, y ellos se quedan el 25%; lo que digo es pura teoría).

Este desglose dice mucho sobre cómo funciona la Economía de Mercado. Es sorprendente que sólo la mitad del precio sea el coste de producirlo. Y es más sorprendente que el 25% sea la parte que se quedan los intermediarios. Viendo esto me viene a la memoria Dell, el productor de ordenadores, que hace unos años se convirtió en líder del mercado de ordenadores de bajo precio gracias entre otras cosas a que vendía todo directamente, sin intermediarios. Hace poco anunciaron que a causa de la caída de ventas online iban a empezar a vender por los canales tradicionales, es decir, tiendas. No creo que hayan estado muy contentos al ver que tienen que perder un 25% (o quizás más) para que se lo queden los intermediarios.

La no-privacidad de datos personales en UK

Hace un par de meses me cambié de piso. Puesto que las cartas siguen llegando allí a mi nombre, ayer fui a ver a uno de mis antiguos compañeros de piso para recoger el correo por segunda vez. Aparte de la publicidad del supermercado, para la que todavía no he cambiado mi dirección había cinco otras cartas a mi nombre. La pregunta es cómo han conseguido mi nombre y mi dirección si yo jamás he contactado con ellas?

Una es de una empresa de la que jamás he escuchado, que quiere darme un crédito de entre 50 y 500 libras. Otras dos son de tarjetas de crédito de bancos con los que yo nunca he tenido contacto. No se por qué me ofrecen tarjetas de crédito si en el caso que decida solicitarlas no me las van a conceder por tener un mal «credit rating».

La cuarta es de una de estas agencias inmobiliarias cuyo negocio se basa en hinchar los precios de los pisos a fin de sacara una buena tajada a costa del Mercado. Me cuentan que tienen unos clientes, una pareja, que desea alquilar en la zona, que hace poco les quitaron casi de las manos una casa muy similar a la mía, y que si me pongo en contacto sus clientes van a estar muy interesados.

Bueno, no sé de dónde sacan esta gente mis datos privados, pero parece ser que esos datos les llevan a creer no sólo que la casa es de mi propiedad, sino que la estoy arrendando. Eso explicaría el por qué me están dando tantas tarjetas de crédito: creen que nado en la abundancia. Bueno, eso no pasa de ser simplemente gracioso. Sólo me sabe mal por los pobres arbolitos que están usando para enviarme este correo no deseado. Eso a no ser que la administración tributaria de UK, el Inland Revenue, tenga acceso a los mismos datos, llegue a las mismas conclusiones y me venga a buscar esperando los impuestos de los alquileres.

Lo que me cabrea especialmente es que mis datos privados son míos. Soy de los que leen las cláusulas de privacidad en los contratos, y que siempre marca la casilla «no quiero que compartan mis datos con otras empresas». Es simplemente que quiero que la gente que yo autorizo, y sólo esta gente, tenga mis datos. En UK parece que cualquiera puede tener acceso a esos datos, sin mi consentimiento, y sin mi conocimiento.

Lo que ya no me hace tanta gracia es la carta de Thames Water, la compañía del agua, a la que yo nunca he contactado, que obviamente ha conseguido mis datos sin mi consentimiento y cuya segunda carta me preocupa por razones que van más allá que los arbolitos o mi paranoia con mis datos personales. Hoy tengo que hacer algunas averiguaciones, y la cosa pinta mala.

Iberia en la Ley de la Selva

Habrás escuchado alguna vez que en el mundo de los negocios impera la Ley de la Selva. Y es absolutamente cierto, no sólo porque sólo los más fuertes sobreviven, sino porque sus estrategias son exactamente las mismas que se ven en la selva o en la sabana africana. Por ejemplo: Iberia, Lineas Aéreas de España.

Si eres uno de esos muchos que tienen como programa preferido de TV los documentales de animales sabrás que los grandes cazadores, entiéndase leones, tigres, panteras, guepardos y otros grandes felinos tienen una estrategia de caza muy concreta. Esperan la oportunidad de comida, que se materializa cuando hay una concentración de animales. Entonces se acercan a ella buscando un animal que muestre debilidad. Con sigilo se acercan lo más posible a su presa, y por sorpresa se lanzan a una carrera para atraparla. La debilidad de la presa es muy importante, ya que la persecución supone un gasto considerable de energía que exige una finalización rápida.

EEUU y la UE han firmado recientemente el acuerdo «Open Skies«. Hasta ahora el número de aerolíneas que podían cubrir una determinada ruta entre EEUU y la UE era limitado. Por ejemplo, la ruta Londres Nueva York está cubierta por dos empresas británicas y dos estadounidenses. La esencia del acuerdo es que esa limitación desaparece, con lo que ahora cualquier aerolínea puede unir Londres y Nueva York, siempre y cuando consiga «slots» de aterrizaje y despegue en ambas ciudades, lo que cada vez está más difícil (que se lo digan a la aerolinea que está volando aviones vacíos cada semana para no perder sus derechos de aterrizaje y despegue en Heathrow).

El tratado «Open Skies» es una señal para las compañías con reservas de dinero (cazadores) de que hay beneficios a la vista (comida). Una aerolínea bien operada puede incrementar sus beneficios volando en trayectos de gran demanda y ofreciendo mejor precio o mejor servicio que los pseudo-monopolistas. Por otro lado, puede vender al mejor postor slots de la compañía en algunos aeropuertos congestionados como Heathrow, donde se paga su precio en oro.

Así que hay comida a la vista y los depredadores, como en cualquier documental televisivo, se acercan a la manada e identifican los elementos más débiles. Cual es la aerolínea mostrando debilidad en este momento (presa)? Alitalia e Iberia. Alitalia hace tiempo que está en pérdidas. El gobierno ha tenido que actuar, se habla de una re-nacionalización. El pánico ha cundido cuando Aeroflot, la aerolínea rusa con uno de los historiales de siniestralidad más altos, ha entrado en la puja. Pero por qué Iberia?

Hace tiempo que vendieron su invento de aerolínea de bajo coste, empezaron a cobrar por la comida a bordo para reducir costes están perdiendo concesiones en los aeropuertos. Además, algunas fuentes dicen que Iberia recibe muchas quejas sobre su servicio. Este es un extremo que no puedo confirmar ya que hace tiempo que no vuelo con Iberia. No me gusta que me traten como ganado.

Estas son señales más que suficientes para los cazadores, que sin perder tiempo se han lanzado a la persecución. Sin saber de donde, Lufthansa y compañías de «private equity» han salido de los arbustos. Y esto no ha hecho más que atraer a más cazadores. Veremos a manos de quien acaba la aerolínea.

El nuevo negocio millonario

Navegando por blogs he encontrado un artículo llamado «Bienes Virtuales: el nuevo gran modelo de negocio«. En pocas palabras dice que la nueva gallina de los huevos de oro son productos que se compran y se venden pero que sólo existen en internet, como un avatar, un «guiño» o una armadura superpoderosa. Y lo que más me sorprende es que el razonamiento está bien fundamentado en razones económicas y sociológicas. Será verdad? Tenemos que invertir como locos en empresas que crean flores virtuales? Veamos:

Para que el negocio sea millonario lo primero que debe hacer es generar ingresos. Los ingresos se obtienen mediante el precio multiplicado por el número de productos vendidos. Como ya sabrás, el precio se determina por la Oferta y la Demanda. Así, si un cocinero famoso sale en la tele cocinando mango, la demanda de mango aumenta, y si la oferta se mantiene constante, el precio sube. Simple. Evidentemente el precio no puede bajar de un cierto punto, por debajo del cual la empresa tendría pérdidas. Todas estas reglas pueden no funcionar en Internet, donde empresas como Terra tuvieron pérdidas durante muchos años que eran compensadas por Telefónica. Cómo se fijan los precios entonces? El precio es simplemente lo que la gente va a estar dispuesta a pagar.

Así llegamos a la otra parte de la ecuación, los productos vendidos. Hay demanda para ellos? Alguien va a estar tan loco como para pagar por un bien que no existe, que no se puede tocar, que no se puede comer, que no se puede llevar? Bueno, la gente paga por música o películas. Si claro, pero una cosa es una canción, y otra una parcela en Second Life, una espada en World of Warcraft, o una mascota virtual, tal como describe el artículo. Bueno, lo creas o no, la teoría económica ha explicado esto muy claramente con la teoría de la Utilidad.

Para saber el precio de un bien o servicio, tenemos que preguntarnos cómo valoramos su utilidad. Cual es la utilidad de una naranja en una escala del 1 al 10? Y en una escala de 1 céntimo a todo lo que tienes en tu cuenta?Es difícil decir. Y cual es la utilidad de un vaso de zumo de naranja comparado con la naranja. Más alta? Más baja? Mucho más alta o baja? Indiferente? Bien, ahí ya tenemos una herramienta más válida para decir cuánto vamos a pagar por algo: pagaremos más por el zumo si nos da más utilidad que la naranja, o pagaremos lo mismo si somos indiferentes entre la naranja y el zumo. Si la naranja nos da más utilidad (porque la naranja la queremos para lanzársela a un actor malo en el teatro Globe, donde Shakespeare estrenaba sus obras), entonces pagaremos menos que por la naranja.

La pregunta entonces es: hay alguien ahí afuera para quien un bien virtual tiene más utilidad que otra cosa por la que paga dinero? Y la respuesa es: Si. El artículo habla de gastarse por ejemplo 10 euros en comprar un bien virtual para usar en un juego, o gastarse ese dinero para ir al cine. Es posible que gracias a ese bien te lo pases mejor jugando que yendo al cine. Hace no muchos años, las revistas con trucos para pasar niveles de videojuegos eran una industria floreciente. La utilidad de pasar niveles en el juego era mayor que otras cosas que valían lo mismo que la revista.

La nueva generación de adolescentes está creceindo con Internet. Parece que tienen más vida social online que física. Para ellos su imagen en Internet es una forma más de expresión como vestirse o las palabras que usan al hablar. Tienen su vida en MySpace (bueno ahora que MySpace ya no es cool estan en Facebook y Gaia), se comunican con messengers. Es un uso natural de la red, y jugar online puede tener más utilidad que ir al cine o comprarse ropa cara. Y pronto cualquier hijo de vecino tendrá un miniordenador en el bolsillo y se podrá conectar al sitio de sus amigos en cualquier lugar y en cualquier momento.

Parece una locura. El sentido común dice que esto no va a funcionar, pero el sentido común tabién decía que nadie podría ganarse la vida vendiendo tonos y politonos. O que esto de la publicidad en Internet sería un negocio mínimo, y Google se está haciendo de oro gracias a ello. Y también decían que Yahoo jamás tendría beneficios. O que Amazon era una web muy interesante pero que nadie pagaría por un producto online. O que nadie compraría canciones en la red, pero iTunes ya cuenta las ventas por millones. O que nadie entraría en un juego tan geek como Second Life. O que ofrecer un programa online en vez de venderlo en una cajita no era posible, y salesforce.com es un modelo de lo más firme.

Son los bienes virtuales realmente la nueva gallina de los huevos de oro?

Capitalistas sin escrúpulos o expertos en eficiencia? Private Equity

Uno de los principales protagonistas de las noticias económicas estos días son las compañías de «Private Equity». Algunos las acusan de aprovecharse de agujeros en la Ley para evadir impuestos legalmente, otros de comprar compañías para literalmente saquearlas, otros de ser el principal enemigo de los trabajadores. Las han llamado piratas, y han sido los malos en una de las mejores películas de negocios de la historia del cine. Ahora incluso el gobierno de UK las ha citado para una comisión de investigación. A qué viene tanto lío por unas empresas que se dedican simplemente a comprar y vender acciones? Hay para tanto?

Mis conocimientos legales hispanos ya no son lo que eran, y se me hace difícil saber el equivalente de «Private Equity» en la legislación española o latinoamericana. Se puede traducir como «compañía de activos». Quizás sea similar a las «Compañías de Tenencia de Valores». En cualquier caso, son compañías que no se dedican a producir ningún bien o servicio. Se dedican a comprar empresas. Una vez compradas las reestructuran, lo que significa regulación de empleo, venta de activos como edificios o solares por un precio mucho mayor que el que pagaron por la empresa entera, y posterior venta de los restos. Evidentemente esta es la visión de sus enemigos, como los sindicatos. Su visión es que compran empresas, las reestructuran para modernizarlas y hacerlas más eficientes, lo que puede o no incluir vender activos o partes de la empresa, y finalmente venderlas al cabo de poco o mucho tiempo. Cierto que en la venta esperan un beneficio, pero es simplemente la retribución por su riesgo, trabajo y conocimiento.

En la película «Hook«, la secuela de Peter Pan que Spielberg se sacó del bolsillo, Peter Pan vuelve crecidito a Londres y ha olvidado su pasado. Al ver a Wendy, ésta le pregunta a qué se dedica. El hijo de Peter le cuenta algo similar a lo que he escrito arriba, es decir que Peter trabaja para «Private Equity». Wendy escucha horrorizada y exclama «Peter, te has vuelto un pirata» (se entiende que un pirata de los malos, no de los piratas románticos). Un enfoque mucho más serio es el de la película «Wall Street«, donde Geckko, personaje encarnado por Michael Douglas encabeza una de estas compañías cuyo único objetivo es comprar empresas, sacarles todo el jugo y deshacerse de ellas, sin reparar en los trabajadores. Es una película muy recomendable para pasar un buen rato, y entender qué es esto de los Mercados de Valores.

Al parecer la presión de los medios y los sindicatos han acabado haciendo mella en el Gobierno, quien ha abierto una comisión de estudio. Los argumentos son en primer lugar, que estas compañías no compran para mejorar la eficiencia de la empresa, sino para sacarse un beneficio a costa del esfuerzo de tantos años de los trabajadores. Para reforzar esta idea se aporta el dato que las compras se hacen a base de crédito barato de los bancos. Puesto que el crédito se tiene que devolver, la empresa va a tratar de vender todo lo vendible cuanto antes, a fin de cancelar el crédito. La inversión entonces se hace con expectativas de beneficio a corto o medio plazo, especulativa, y no a largo plazo, en cuyo caso si sería beneficiosa.

El segundo argumento es que se benefician de un régimen fiscal muy ventajoso, creado para promover la inversión empresarial, pero no para ellos. Este es probablemente el argumento más estúpido, porque no son las empresas las que hacen los impuestos. Ellas sólo buscan cómo aprovecharse. Ahí el gobierno lo tiene fácil con una reforma tributaria.

En resumen, los sindicatos contra los empresarios, los trabajadores contra los que se apropian del trabajo, empresas con conciencia social contra gentes sin escrúpulos. El escenario está montado para la representación de un viejo drama. Veremos en que acaba tanto revuelo.

Reality Shows: Una sociedad de blandos

Somos unos blandos. Se dice por ahí que los niveles de violencia en nuestra sociedad son intolerables, que todo incita a la violencia. Pero la verdad es que somos unos blandos. El ser humano es violento por naturaleza, pero lejos de buscar la sangre, nuestra sociedad se queda embobada con la lagrimita. Si no te lo crees, fíjate en qué pasamos nuestro tiempo de ocio.

En qué pasaban su tiempo de ocio los Romanos? En el Circo. Miles de personas rugiendo ante el espectáculo de los gladiadores luchando hasta la muerte. O esclavos lanzados a la arena para ser devorados por exóticas fieras. Y si los esclavos eran cristianos, mejor que mejor. Y cómo se divertían las gentes de las ciudades amuralladas de la Edad Media? Con los ahorcamientos de ladrones, traidores y otra gentuza. A falta de ahorcamientos estaban los castigos públicos, como los cien latigazos en la plaza mayor. Cuando la sangre empezaba a fluir por la calle era cuando la diversión empezaba. Y para disuadir a quienes querían ir contra las reglas no colgaban cartelitos pidiendo por favor que siguieran las reglas; cortaban la cabeza de los ahorcados y la colgaban en las puertas de la ciudad, o los miembros amputados de los castigados.

Pero en que nos divertimos hoy? Con los Reality Shows. Pero ojo, que no son los originales, sino una evolución. Porque al principio estos programas eran sobre los trapos sucios de la gente, que a menudo llegaban a las manos. Pero el nuevo estilo de Reality Show es el de Operación Triunfo, X Factor, programas para escoger a la próxima modelo, al próximo actor o actriz principal del West End, audiciones para encontrar el nuevo talento… Y qué tienen en común todos estos programas?

Dirás que todos tienen personas de la calle que demuestran tener algún talento, ya sea cantar, bailar, vender o lo que sea. Y es cierto, pero en ese caso serían simples programas aficionados de variedades. Siempre hay un pequeño documental sobre su vida: sus sueños, sus anhelos, su pasado, sus anteriores fracasos, a menudo su familia y amigos, y si ya le conocemos de un programa anterior, nos cuentan lo que pasó entonces, y lo que ha pasado entre medio.

Lo que todos estos programas tienen en común son las esperanzas de la gente, las emociones a flor de piel. Afrontémoslo, normalmente hay dos o tres que tienen algún talento, los demás concursantes son meras comparsas, pero esas comparsas son imprescindibles en el drama. Aparecen diciendo que su sueño ha sido siempre convertirse en profesionales. Que ese programa es su última oportunidad y que si no lo consiguen sus sueños se romperán en mil pedazos. Conocemos sus miserias, frustraciones. Como en el programa «Britain’s got talent«, terminado el Domingo, en el que un tipo del montón, que cuenta cómo en su juventud sus compañeros se reían de él. Cuenta que trabaja de vendedor en una tienda de teléfonos móviles. Tenemos ante nosotros al perfecto arquetipo de perdedor. Entonces el hombre sale al escenario y canta un «Nessun Dorma» con un chorro de voz que ya querrían muchos. Y la magia aparece en la pantalla. El patito feo tiene talento.

Durante los sucesivos programas les vemos ceder ante la presión, llorar a lágrima viva por el esfuerzo que supone dar lo mejor de sí mismos. Pero claro, esto es una carrera de ratas. Sólo una va a ser la protagonista de «Sonrisas y Lágrimas en el West End», sólo uno va a grabar un disco y tener una promoción millonaria, sólo uno va a actuar delante de la Reina, y entonces llega el mejor momento, cuando tienen que decir quien se queda y quien se va. Esos 60 segundos de silencio entre «el eliminado es» y el nombre. Tras esa tensión, los concursantes explotan en lágrimas, y ese es el mejor momento. Lágrimas de verdad, no de cocodrilo como en los culebrones. Asistimos en directo a al momento en que para ese concursante, la Tierra se abre bajo sus pies. Y a menudo vemos a la familia, a quien ya conocemos bien, también en mares de lágrimas. Es la vida en directo.

Incluso los programas de preguntas nos cuentan la vida de los concursantes, conocemos a su familia, quien también esta en el estudio. Si el concursante necesita el dinero para poder mandar a su hijo a la Universidad, o para poder ayudar a su padre que se ha quedado en paro, pues mucho mejor.

Ese desconocido pasa a ser parte de la familia, y nos quedamos pegados a la pantalla enternecidos o tristes o eufóricos, o compartiendo la pena…Y ahí está el interés de todo, el verdadero espectáculo: las lágrimas, las emociones, los sueños… Y dicen que la sociedad es violenta… pero si somos unos blandos…

Objetividad en el periodismo

Son objetivos los periodistas? Tienen que ser objetivos los periodistas? En alguna discusión que ahora mismo no recuerdo (quizás era un blog, o sea que si era el tuyo reclama) dijeron que lo mejor es asumir la subjetividad y exponerla, de manera que sepamos de que pié cojea el periodista en cuestión y así separar entre información y opinión. Bueno, pues veamos lo útil que puede ser la subjetividad con un ejemplo intrascendente y vano: el deporte de moda (no te vayas todavía, dame un poco de crédito).

Y cual es el deporte de moda, dirás. Si es así, es que no ves la tele, no lees periódicos, no visitas internet y no hablas con nadie. Evidentemente la Fórmula 1. Durante dos años, el héroe nacional español llamado Alonso ha conseguido llenar el vacío que el ciclismo había dejado. Muchos lo catalogaban como mejor que Schumacher (para los no iniciados, el piloto más laureado de la historia). Este año se cambió de equipo para demostrar que el bueno es él, y no el coche. Y viendo la pobre actuación de los McLaren, todo indicaba que sería un paseo.

Pero ahora va y aparece un jovenzuelo de 22 años llamado Hamilton. Durante las primeras carreras Alonso queda delante del compañero de equipo, como es de esperar. Pero llega el día, en el prestigioso circuito de Montecarlo en que Alonso va primero y Hamilton va segundo tratando de adelantar. Entonces el equipo da órdenes a Hamilton para que se lo tome con calma y no trate de adelantar, permitiendo así una victoria más o menos fácil a Alonso. El equipo quiere evitar por todos medios una maniobra que pudiera hacer que uno o los dos pilotos acaben estrellados contra uno de los muchos muros del circuito.

Tras la carrera Hamilton parece contrariado. Las órdenes de equipo llegan a la prensa inglesa, quienes se alzan en contra de ellas con el argumento de que si Hamilton es más rápido que Alonso, deben dejarle que juegue sus cartas y vaya a por la victoria. Los periódicos claman contra el favoritismo del equipo hacia Alonso simplemente porque es el campeón y se quejan por la adulteración de la competición. Y tienen razón. Si el muchacho es más rápido, pues que le permitan luchar y darnos un buen espectáculo.

Pero unas semanas más tarde llega el Gran Premio de USA, y la torta da la vuelta. Ahora es Hamilton el que va primero y Alonso el que parece llevar la fuerza suficiente como para adelantarle. Durante la carrera los comentaristas británicos de la ITV están eufóricos y su mayor preocupación es hasta que punto los Ferrari, que vienen detrás, pueden alcanzar al duo de cabeza. En cierto momento hacen un comentario que suena algo así como:

«Lo importante ahora es saber si los Ferrari van a recortar distancias con las nuevas ruedas o si se van a rodar igual que ahora. Entonces el equipo McLaren podrá dar la carrera por acabada.»

Ahora Hamilton va primero, con lo que una vez estén seguros que los perseguidores no les pueden atrapar, el equipo debe decirle a Alonso que se lo tome con calma y que no apriete a Hamilton. Evidentemente las órdenes de equipo son necesarias para evitar cualquier desgracia, y asegurar la victoria del piloto inglés.

Hoy los periódicos comentan el Sueño Americano de Hamilton (a los ingleses les encanta hacer titulares con frases hechas) y comentan con toda naturalidad como las órdenes de equipo dieron una victoria cómoda a Hamilton. Que dónde está lo de la adulteración de la competición y todo eso? Bueno el que iba delante era inglés. Y lo que quiere la gente que veía la retransmisión es que ganara el inglés, no? Pues entonces la noticia se da como los lectores o espectadores quieren verla. Al fin y al cabo a todos nos gusta que ganen los nuestros no? Espero que la prensa española esté poniendo a caer de un burro a los McLaren por nacionalistas, adulteradores y todo eso. Estarían perdiendo una buena oportunidad de fidelizar a sus consumidores. Pero claro, en Montecarlo debían estar explicando lo peligroso del circuito, y cómo las órdenes de equipo eran necesarias.

Dar información imparcial es importante, pero en caso de duda, es mucho más importante conectar con los gustos de quien consume la información. En caso contrario los consumidores se van a otra parte y se acaba el dinero. Al fin y al cabo, todo esto es un negocio, no?

Palabras útiles en inglés: "Guys"

Seguro que te has preguntado cual es la diferencia entre «you» y «you». Me refiero a que todo estudiante de inglés de primer año se pregunta cómo diferenciar entre «tu» y «vosotros», ya que ni el pronombre ni la conjugación del verbo dan ninguna pista. Es una de aquellas cuestiones que quedan en el aire, y que aparecen a traición en las noches de insomnio. Te alegrará saber que tu búsqueda ha llegado a su fin, porque la respuesta es muy sencilla: «guys».

Es una situación corriente: llegas a un lugar en el que hay amigos y dices «How are you» (o cualquiera de las múltiples variantes). Pero a quien te refieres? Al que está más cerca de ti? A todos ellos? Al que te debe dinero? En estos tiempos de corrección política en que se debe decir «vosotros y vosotras», arriesgarse a que crean que estás dando de menos a alguien al no saludarle es inaceptable. Y no es cuestión de ir diciendo los nombres de todos para que se den por aludidos. Así que donde queremos usar «vosotros» podemos usar «you guys», con lo que la frase se convierte en «How are you guys»?

Se puede usar en cualquier tipo de frase. Así el «Are you coming for a pint» se convierte en «Are you guys coming for a pint». O también «Did you guys watch Big Brother las night»? (la respuesta a esto es evidentemente no, aunque a todos se lo han contado, con lo que siempre hay conversación) o «Do you guys know a good Tapas Restaurant».

La palabra «guys» tiene una gran ventaja, y es que además de solucionar el problema de «vosotros» es una de esas palabras que podríamos llamar «cool«. Evidentemente, a mitad de la segunda palabra que decimos, todo el mundo ya sabe que somos latinos, puesto que la pronunciación nos delata. Pero utilizando «guys» estamos demostrando que tenemos un nivel importante, y que no vamos por ahí usando inglés de libro, sino que somos «cool«, algo imprescindible, claro.

Eso es también un problema, puesto que guys está en la linea de «mate» (pero sin sus connotaciones londinenses), es decir que es lenguaje informal. Así no vamos a ver al presidente de la Cámara de los Lords decir «Do you guys agree with the suggestion». Algún periódico lo recibiría como una refrescante muestra de que los Lords se adaptan a los nuevos tiempos, pero sinceramente, no es muy formal.

Estoy seguro que después de este descubrimiento dormirás mucho más tranquilo.

Más frases, palabras y expresiones informales para el día a día en inglés pinchando en el link.

Cómo se interpreta la fecha de caducidad?

Cuándo caduca algo? O dicho de otra manera, cual es el último día que puedes usar algo que tiene fecha de caducidad. La pregunta parece tonta: pues caduca en la fecha que dice el producto. No es tan sencillo. Entender lo que la fecha de caducidad significa no es tan fácil.

Cuándo caduca un yogur? El día que pone en la tapa. Pero cuándo es el último día que puedes comértelo? La tapa siempre dice «Consumir preferentemente antes de». Eso significa que si en la tapa del yogur dice «13/06/2007», el último día que puedo comérmelo (si nos ponemos escrupulosos) es el día 12.

Pero es siempre así? Mi pase del metro caduca el día 8. El último día que puedo usarlo es el día 8. Y el antivirus? Si la licencia caduca el día 20, el último día en que tu ordenador está protegido es el día 20.

El otro día quise utilizar mi firma electrónica. O si nos ponemos puntillosos, el certificado para cifrar digitalmente transmisiones de datos emitido por la Fábrica de Moneda y Timbre. Gracias a él se pueden realizar gestiones online sin tener que desplazarse, por ejemplo los impuestos. Pero claro, algo que utilizas tan raramente, es comprensible que te olvides de él. Y así ocurrió que cuando fui a utilizarlo vi que caducaba el día 3 de Junio, y eran las 11 de la noche hora española del 3 de Junio.

Sorprendido por mi suerte, me dispuse a buscar la página de renovaciones y renovarlo. Una hora debería ser suficiente. El buscador me dio de inmediato la página que buscaba, leí rápidamente las instrucciones y pinché en «Solicitar Renovación». Todo iba muy bien hasta que el navegador mostró la página de «No se puede encontrar servidor». Rápidamente reinicié el proceso, y el resultado fue el mismo. Quise entrar en el portal de Hacienda para solicitar cualquier servicio con el certificado, y el resultado fue el mismo. Todavía era día 3, pero el certificado estaba ya caducado.

Escribí un correo electrónico a la Fábrica de Moneda y Timbre en el que después de una exposición detallada hacía una simple pregunta:

«Significa eso que si el certificado caduca el día 3, el día 3 ya está caducado?»

La respuesta fue escueta y clara:

«Si, significa que si la fecha de caducidad es el día 3 de Junio, ese día ya está caducado»

Pues está muy clarito. Si el certificado caduca el día 3, el día 3 ya está caducado. Como el yogur.