Paseando durante mi estancia navideña me he dado cuenta de la sorprendente multiplicación de una cadena de cafeterías omnipresente en Londres pero casi inexistente en España: Starbucks. Y pensandolo seriamente he llegado a la conclusión de que sea esto por inversión de la matriz, o por franquiciados, es una suerte que podamos encontrar una de estas cafeterías en cualquier rincón.
Por un lado, para las manadas de extranjeros que visitan nuestro país, es un descanso poder interrumpir sus aventuras de descubrimientos visitando una de estas cafeterías. De este modo pueden descansar en un ambiente conocido y pedir su «Mocca» o «Latte», lo que les evita tener que arriesgarse a tomar un producto local que quien sabe a qué va a saber.
Por otro lado, es muy beneficioso para los residentes locales. Porque es hora de decirlo alto y claro: todo lo que viene de fuera es mejor. Y si viene de USA, como es el caso, entonces es mucho mejor. Starbucks es el lugar donde las mentes privilegiadas de Silicon Valley van a relajarse, es donde los tiburones de Wall Street toman su energía para el trading diario. Quien quiere nuestros tradicionales provincianos cafés cuando podemos tener uno supercool que nos hace sentir como si estuviéramos en USA, mientras degustamos nuestro «Latte» (que es básicamente un café con leche, pero con un nombre cool).
Otra ventaja es que hay la misma cantidad de cafeína en tres de esos cubos de café que en un café solo tradicional, lo que permite la muy americana práctica de beber café durante el día entero sin que ello comprometa nuestra capacidad de dormir por la noche. También permite replicar la imagen de la City en Londres cada mañana con cientos de autómatas yendo hacia el trabajo con ojos medio cerrados y su cubo de cartón lleno de café en una mano y la cartera en la otra. No sólo eso; teniendo en cuenta que en algunos círculos ya no se dice «vamos a tomar un café» sino «vamos a tomar un starbucks», que haya starbucks en cada centro comercial, en cada centro de negocios, en cada calle mayor, en cada centro de ocio nos va a permitir estar en la «onda» con lo más «trendy» en el mundo «fashion».
Y lo más importante de todo, poco a poco vamos a perfeccionar el proyecto de convertir nuestras ciudades en sucursales de USA corp, ahondando en esa admiración por su cultura empresarial, de riesgo, de innovación, que tanto nos fascina. Como dijo Unamuno, «Que inventen ellos».