Este post se perdió en algún lugar… serán las brujas de Halloween. El caso es que quería dar constancia de cómo se levanta uno el día 1 de Noviembre en Londres.
Como ya dije, los cándidos niños tienen la bonita costumbre de tirar huevos la noche de Halloween. Como manda la tradición, yo había comprado los dulces para cuando vinieran los monstruos y fantasmas con lo de «trick or treat».
Al terminar de cenar me fui a mi habitación a ver la TV. Desde ahí escuché una vez golpes en la puerta. Pero no me molesté en interrumpir mi sesión televisiva, calzarme, bajar las escaleras y abrir la puerta.
A la mañana siguiente al bajar a la cocina vi algo extraño en el cristal. Al salir afuera comprobé que dos huevos habían encontrado su final en mi ventana. Mis compañeros de piso (que estuvieron desaparecidos toda la noche) me informaron que esos huevos habían llegado ahí seguramente porque no abrí la puerta cuando vinieron a por dulces… Pobres angelitos. Claro mi gandulería de no moverme de la cama tenía que ser castigada de alguna manera…